"Esta es la antigua y divina Ley: Quitarle al más pudiente y darle al que no tiene. ¡Nuestro Camino es el de Regreso!" (Solramus) -Creerme que esta es también la inevitable conclusión final de toda la sabiduría contenida en este nutrido espacio-
"Dios puede cansarse de grandes imperios, pero nunca de pequeñas flores." (R. Tagore)

sábado, 9 de junio de 2012

Búsqueda espiritual, la suprema experiencia mística, Kundalini y el verdadero Cristo interior (I), por Solramus

La "Kundalini" se relaciona también con aquella serpiente que se menciona en el primer libro de Génesis. La serpiente que no solaMente encierra un gran misterio sexual y la activación poderosa de los chacras o centros energéticos, sino el mayor secreto evolutivo para el despertar Consciente hacia la Amorosa unión divina. ESTA ES LA GRAN VERDAD QUE TODAVÍA INTENTA OCULTARSE, Y PEOR AÚN: MANIPULAR-SE. PARA EVITAR LA LIBERACIÓN ("Salvación")DE NUESTRA DORMIDA HUMANIDAD. Sin embargo, el Océano acabará llenando todas las vasijas y hasta los últimos serán los primeros*, pues más de dos mil años para El Patrón Universal se desprecian más que una millonésima de segundo.

    Decir la Verdad pero no toda Su Verdad no resulta del todo brillante al igual que la hora del día ilumina con todo su máximo esplendor, pero sí suficiente-mente prudente y harto valiente. Pero más cierto aún decir que el hecho de exponer comprometidas verdades podría encender grandes fuegos, incluso en las regiones más insospechadas. Podemos aceptar que la tendencia natural del "homo no tan sapiens" es la de engañarse a sí mismo, bien para defender el cómodo fortín de nuestros prefabricados intereses, o bien tratando de justificar con religiosa necedad los absurdos más injustificables dentro de nuestros esquemas aprendidos tan cuadriculados pero con todo el derecho al amor propio. Eso sí, muy probablemente por culpa de antiguos dogmas establecidos y nuestra aprobación mimada de enseñanzas paternales que desde la infancia dan lugar a la mayoría de los prejuicios mentales. El prejuicio es como el cáncer; podría mejor curarse si se detectara antes, pero también es cierto que toda experiencia por muy oscura que ésta sea no quedará en vano.
  
   Gracias al egoísmo animal innato que tanto nos caracteriza como especie todavía de tendencia instintiva, alimentado a su vez por la pereza cotidiana y la saturación de estímulos consumistas que distraen la mente, nuestras más cómodas creencias terminan por adueñarse de nosotros, transformándose con el rápido transcurso de los años en una peligrosa costumbre. Hábito muy reforzado también por la debilidad consentida de las mayorías y seis mil millones excepto uno podrían caminar en el error. ¡Caray! Las mayorias casi nunca tenemos Razón y como bien diría el escritor español Pío Baroja "es más fácil persuadir a cientos de miles de personas que a una sola". Asimismo, un pensador francés escribió resignado como "el amor propio es el mayor de todos los aduladores". De ese peligroso hecho se explica la existencia tan exitosa de tantos y tantos charlatanes, predicadores con o sin sotana, ambiciosos oradores  o teóricos demagogos, vendedores de íntereses ya creados para beneficio propio que se disfrazan de ovejas, así como de una opulenta e insaciable minoría, pero en casi todos los casos de carácter temporal porque nuestro "ego" no soporta bien tanto tiempo su propio peso, aplastando las más íntimas, las nobilísimas naturalezas... Al final de nuestras cansinas pero necesarias inquietudes se halla la Paciente, incalculable y valiosa búsqueda de lo divino. Grandísimos iniciados anónimos, algunos no tan ocultos y otros para el gran público mucho más conocidos a la vez que antiguos como Lao Tsé, Sócrates, Patanjali, Ptahhotep, Zoroastro, Moisés, Buddha, Rama, Krishna, Jesucristo, Mahoma, etc, perduran sin peligro de caducidad como guías de la humanidad hacia el brote de la semilla interior que significa el sencillo despertar de la Consciencia (¡"darse Cuenta"!) oscurecida por nuestra autoconciencia y entorno tan engañosa-mente parcialista. Buscamos fuera lo que en realidad siempre LE correspondería estar ahí dentro, ya que nuestras más pequeñas inquietudes pueden acabar ocupando los más infinitos espacios y hasta un humilde deseo puede sacar de una patada la plenitud más sublime. Aunque los más largos Caminos son y serán de Regreso, entre la tierra y el cielo media el paso más pequeño de todos ("El más pequeño de entre vosotros ése es el mayor" -Lucas 9:48) El yo es una venda oscura para los ojos del espíritu, naciendo una y otra vez en la Tierra u en otro planeta para experimentarse a sí mismo, porque ante la adversidad de la corporeidad nos curtimos mejor (lo cual no significa llevarlo hasta el punto de un masoquismo mórbido y ni mucho menos llegar al innnecesario sufrimiento radical del autocastigo ascético) Sin embargo, resulta obvio como los estados de angustia en general, sacrificio filosófico o aflicción predisponen asimismo al acercamiento celestial. Del santo a la vez que revolucionario Jesús ("Yehoshúa" el hijo de Joseph) se lo ha relacionado por completo en esa revelación divina de Yavéh al hombre que se aparta de su Camino dada en el libro del profeta Isaías, capítulo 53:  "Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta." Pero en ese vaticinio que se materializó en la honesta valentía de quien cumplió la voluntad constante de su Padre celestial en él: el humilde hijo del Hombre Jesús, lo aceptamos más fácilmente comprensible por culpa de la larga costumbre judeocristiana como nuestro ultraidealizado Señor, aduladísimo mártir que crucificó de una vez por todas el pecado del mundo, pero no en cambio por la razón de que se tiende a castigar automática-mente a quienes se sacrifican por el Bien no tan ajeno ante nuestros miserables intereses por el establecimiento definitivo de un incondicional y desinteresado Amor. O lo que es lo mismo: el reino de Dios vaticinado por el más grande Profeta Crístico que entrará a su tiempo dentro de uno mismo y con Justicia en una nuevaTierra, sea el lugar que sea, sin rechistar, porque el poder de Dios no se limita a Ser sólo "bíblico" o "israelí". Se continúa predicando mucho por ahí que El se humilló en una cruz por amor a nosotros, que no debes hacer nada porque Él lo hizo todo por ti, que Él crucificó mediante Su muerte tus pecados, que no te preocupes si crees en su nombre, etc... No obstante, la mejor manera de no creer es ignorar lo que se cree... Si de cierto Jesús el Cristo regresara se manifestaría como el mismo de todos los siglos, pero en estos tiempos de incontenible estupidez egotista e inseguridad vacua que conduce a atrincherados fanatismos, de su nueva cruz -me reafirmo sin la menor duda- no quedarían ni la virutas de madera, porque aún se prefiere verlo así en esa petrificada imagen de la cruz, a través de esa inmovilidad segura, por si acaso...   Casi nadie disponemos de la capacidad suficiente para aceptar un Conocimiento o una fuerza espiritual ya que se nos traducirían como fuerte-mente hostiles.
  
    En una parte del poema sagrado hindú del Baghavad Gita (3.000 a.C.) leemos: "Los malvados y los insensatos no recurren a Mí, pues sus almas viven en la oscuridad de la ilusión. Su visión está nublada por el velo de la ilusoria apariencia, y engañados así, escogen el camino del mal. Hay cuatro clases de hombres que actúan con Justicia, y los cuatro en verdad me aman: El afligido, el que busca algo a lo que se entrega con sinceridad, el auténtico buscador del Conocimiento, y el hombre iluminado dotado de visión." Hablamos, pues, de lo que conocemos y no se podrá creer por mucho tiempo en lo que nosotros queremos sino en la revelación que a la Verdad esperamos si adoptamos la humilde pero valiente actitud que muy bien expresan, p.ej., los versos taoístas de la antiquísima sabiduría china: "Conocer la ignorancia es un gran bien. Ignorar el Conocimiento es un mal... Vacíate para ser pleno". Si por si esto fuera poco, tarde o temprano nos topamos con personas Humildes en Verdad y a partir de ahí muchos de nuestros esquemas (lo que creíamos por comodidad y antiguas costumbres) de educación cómoda-mente judeocristiana se van viniendo abajo.
  
  El sufrimiento del Liberador Yeshúa se explica porque en su última existencia planetaria como emperador de un vasto lugar donde reinaba el Amor, la sencillez y la justicia divinas, el padecimiento derivaba en mayor intensidad, no sólo ni mucho menos por motivo de la más que discutible o no pocas veces in-justificable "ley del karma" (teoría que intenta explicar el fenómeno atemporal de la causa y su efecto en las creencias orientales y no tan orientales. Aquí hay mucha necedad versus nobleza de espíritu que peca más bien de omisión acomodaticia de deber de socorro) En líneas generales, esa "ley del Talión del lejano Oriente" se comprende mejor porque pagaremos lo que debemos moral-mente antes de pasar a estados superiores de Consciencia o reencarnarnos en planetas mucho más evolucionados y placenteros que este. Sabemos que Jesús procedía de un planeta de enorme evolución espiritual y poder energético antes de reencarnarse o resurrectar en el planeta azul para cumplir su difícil misión de guiar al mundo hacia una más que necesaria tierra nueva que a las puertas intuimos que llega  («Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi reino no es de aquí.» -Cit.: Juan 18:36. Leer también 37 )

   De la faceta fuerteMente revolucionaria y social del nazareno no voy a hablar en este espacio so pena de acabar también en represión ajena, pero me consta la existencia de que este tipo de castigo les sigue correspondiendo a unos pocos "Cristianos" no sectarios (refiero aquí como algunos con sagrado a la vez que sano acierto son vegetarianos -no comen cadáveres de animales asesinados- y otros no, compartiendo con generosidad entre ellos al igual que aquellos primitivos de saber gnóstico de hasta el s. IV -siglo de la imposición bíblica por el anticristo político Constantino el Grande) que llevarían con dignidad adogmática este sacrificio, sufriendo persecución institucional, mediática, sectaria y clerical por decir la verdad y nada más que la Verdad. Permítanme por cierto una puntualización acerca de los libros sagrados, citando un texto del Baghavad: "aquél que en verdad desea conocer el Yoga (Unión) va más allá de las palabras de los libros." No le quepa la menor duda de que esa persecución es directamente proporcional al brillo amenazador y una penetrante pero sana lucidez en sus palabras. Por el contrario, podríamos construir la montaña rosada más alta del mundo con la bonita palabrería de muchos evangelistas que fanatizan con doctrinas que proceden ni más menos de un reciclaje o versión convulsiva de la imperialista Iglesia Católica del siglo XVI. Lutero el reformador alemán fue además un monje agustino que a pesar de denunciar con valentía los abusos de la iglesia dominante, no pretendía por entonces salir de ella. Algunos autores lo relacionan -yo no lo sé- con una masonería herética que preparaba ya el regreso del anticristo global que pretenderá ocupar el trono de un ultraconservador orden mundial. Pero... prosigo por favor con el discurso anterior con respecto a esos evangelistas que en número crecientisimo son capaces de amar con elaborada prioridad su injustificable doctrina proselitista, creando así pues, in-Consciente-mente, un Dios (o el Diablo tal vez, no lo sé) a su imagen y conveniencia (o lo que es lo mismo según palabras contenidas en la epístola del convertido Pablo a Santiago: "porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta" ...o... "¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien, pero también los demonios lo creen y tiemblan") Por otra parte, recordemos ahora con vaguedad -sin ánimo de ofender privilegiadas, aliviadas o legítimas crencias- que Jesucristo es el azote que castiga a los ricos y poderosos, pues incluso en esa estupidez de corrupción egoica "de que ganaran todo el mundo", perderían paso más o paso menos hasta su propia alma ante la guardíana justiciera de la Muerte, de la que a su tiempo no pasarán...

    Para entendernos un poco mejor abrimos de nuevo paréntesis. Sabemos que existen y existen dos principales tipos de métodos para acceder a la divinidad: uno es a través del "genio ario" (o indoario en su caso) y otro a través del genio semita. O sea, el alma humana esforzada, fuerte por sí mismo, muy meritoria por su temperamento muy curtido, solitario o experimentado, que se impone pruebas para llegar a las cimas más elevadas y descansar en los paraísos cósmicos del Reino de Dios y... por el contrario de forma ya más "bíblica" o conocida tenemos a ese Jehová o Aláh, al Dios revelado que intenta comunicarse con su "atman"*, su parte más íntima, a través de experiencias más efusivas, filtradas por la experiencia de nuestra propia imperfección humana (la debilidad de la caída). Cuando se llega a la edad terrenal más adecuada en cada existencia, cada cual va recuperando la Información que le pertenece en base a lo que trabajó anteriormente, de forma análoga cuando se formatea un ordenador ("muerte y renacimiento"), en el que el Sistema Operativo sería el "alma" principal, la RAM (la memoria del el "cuerpo astral" por el que se ve...), el disco duro (la acumulada capacidad Intelectual -Conocimiento versus conocimientos y desde luego la Unidad más importante es la que se va recuperando...) y el software podríamos equipararlo a esos mismos métodos (profesionales o no) que empleó para llevar a cabo sus realizaciones o autorrealizaciones. Los virus tan cabritos serían esos espíritus inferiores o demonios (generados incluso por la maldad del "hacker" más enfermiza-mente oscuro) que tratan de hacernos la vida más difícil, queriendo impedir con obstáculos distraccionistas que nos dediquemos a lo Más importante en función del talento de cada uno, turbando asimismo la estabilidad del alma y culpabilizando nuestras operaciones. ¿Qué sería lo divino en esta arriesgada analogía...? Aquí "Lo asemejaremos" a la Corriente Electromagnética que se halla en todas direcciones, intentando restablecer la conexión (sobre todo su amplitud y calidad) Queda todo ello como un curioso ejemplo: nada más. Bien, pues una combinación más o menos armoniosa y equilibrada de esas dos grandes tendencias que mencioné al principio de este párrafo, conduce a un óptimo camino de perfección humana y sólo lo consiguen unos pocos (dicen que podrían contarse con los dedos de la mano pero ocultos, eso sí, al gran público) Quizás para complementar mejor lo anterior sirva como ejemplo* la respuesta bíblica cuando se torna en parte desalentadora para todos nosotros pero determinante en boca del Profeta Yeshúa ante la pregunta temerosa de sus discípulos de si "son pocos los que se salvan" ("liberan"): «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán." (*Lucas 13:24)

   Hablamos de que el cielo se manifiesta como una energía de Amor puro demasiado fuerte para permanecer en fusión con ella si no estamos preparados. Por ello, hasta los más valientes guerreros del alma deciden regresar para no descansar definitivaMente en ese estado de Paz eterna pero precisaMente compasiva, aún a riesgo incluso de poner en peligro parte de su propia evolución espiritual. Asimismo, como se ha demostrado que existe también una evolución biológica, su nuevo organismo será más sano y adecuado para soportar su Trabajo e incluso volverá a encontrarse una y otra vez con sus mismos seres queridos pero asumiendo papeles más reveladores o más prometedores (¡el poder  afectivo mediante las promesas verbales...!)    

  ¿Cómo nos atreveríamos a describir el cielo...? ¿ES como un estado de "orgasmo constante"...? Al lector esto le suscitará probablemente risas pero en realidad lo que unos buscan ávida pero con efecto temporal a través de relaciones sexuales sin sublimar, ejercicios físicos para estimular las endorfinas o tal vez drogas naturales o las artificiales que adulteran el cuerpo físico y esclavizan la voluntad, se halla en estado bruto en los Lugares menos deseados. La esencia del término "kundalini" (la latente "serpiente de fuego enroscada" -desenroscada pues a través de la columna vertebral- en la que desarrolla poderes no sólo psíquicos y que tampoco se reduce a los actuales yoguis o ascetas practicantes -pues se despierta a Su Tiempo cuando menos se busca*) se manifiesta también sobre todo como una energía transcendente de temperamento "Sexual", de breve o larga duración nerviosa dependiendo de la evolución personal, claro está y... se reserva la mayoría de las veces para esos llamados "elegidos". Sobre estos supuestos últimos, el resplandor de sus vastas auras luminosas puede ser advertido hasta por el más incrédulo de los patanes. Unos son capaces de transformar de forma armoniosa e inmediata esta arrebatadora energía de consecuencias físicas impredecibles (a veces, eso sí, muy peligrosa cuando llega a una auténtica unión Amorosa fuera del mismo envoltura corporal) en niveles más elevados de conciencia y otros más en inspiración creativa de tintes geniales sin buscar ya por supuesto cualquier necesidad de competir o ser reconocido por las mayorías (la fábrica de miseria llamada "competitividad" y la enriquecedora "autorrealización" son incompatible-mente antónimos) Incluso a causa de algunos que fueron buscadores espirituales y aunque se tratara de fugaces momentos, se activan inesperadaMente aparatos eléctricos de manera telekinésica -también máquinas como ascensores o grandes engranajes-, provocan mareas impredecibles en aguas o mares tranquilos, fuegos inexplicables que se encienden y se apagan con otro color, levitan en estados de trance meditativo capaces de reducir sus latidos a unas pocas pulsaciones por minuto, hay quienes después de ver turbada su paz cambian de forma brusca a estados de profunda relajación, la paz absoluta de un "santo libre" o autorrealizado produciría hasta temblores de tierra (sobre todo durante la hora previa a su muerte y nacimiento), otros envian mensajes o vaticinios por vía telepática que hasta el más incrédulo receptor atestigua poco tiempo después que resultan ciertos, se agudiza asimismo la clarividencia en su conjugación presente, podrían levantar hasta objetos muy pesados juzgando una apariencia escuálida. Muchos de estos fenómenos mencionados se confunden con verdaderos fenómenos fantasmales. Una persona de este tipo -que suelen juzgar de apariencia muy común o la más sencillica que podáis imaginar- multiplicaría por mil el riesgo de ocasionar alrededor suyo -hablamos casi siempre de forma inconsciente- incidentes, ciertas catástrofes o bien... milagros curativos, dependiendo del contraste armónico entre las vibraciones del entorno. Asimismo, con respecto a la sanación, esas personas de largo historial divino (unos vinieron santos y otros en cambio fueron grandes pecadores por tropiezo de muchos impíos) cuanto más olvidados, cuanto más humildes, encierran por sí mismos los más grandes tesoros de poder purificador en general si se cree en ellos o se les acepta de corazón. De estos seres evolucionados aumenta de forma significativa su número y en los próximos tres años su poder será contagioso. Las profecías mayas y occidentales se refieren a este regreso de los "pequeños grandes sabios", hombres y mujeres que ayudados por una época en que el poder de los astros les Favorece (sobre todo  acabarían con el desequilibrio abusivo actual del mundo capita-lista (imperialismo fragmentador), muy desequilibrada-mente materia-lista que ha involucionado al sistema sucioeconómico sin salida que conocemos pues a la verdad que no se puede servir al ilusorio aunque poderoso Don Dinero que excluye poseyendo y al real Señor del Amor que todo lo Une liberando... Bien, pues acordaos de veras que en la víspera previa al día más hipócrita de este año (o sea, la dulce "Navidad"...) un fortísimo sentimiento de inquietud, preocupación y profunda angustia despertará a estas personas aprovechándose de un efecto "Kundalini"** pero muy colectivo. Ellos habrán Nacido de nuevo para guerrear hasta derrotar con hambre y sed de Justicia a los ambiciosos señores de las sombras -sabemos de sobra "quienes" son- que se disfrazan de protectores, de bienhechores pero en un privilegiado rincón maquinan una destrucción final para aún mayor bien de unos pocos que... ¡se traicionarán a sí mismos!.-* Cuando el explosivo e inesperado Plutón, pues, pise la constelación de Acuario no pocos de estos elegidos verán muy bien como se habrá consumado con libertad y Paz "aquel fin de este inicuo tiempo" que tal vez (sólo ÉL sabrá) pudiera comenzar bélica-mente hacia finales de este agosto (algunos ordenadores astrológicos se pararon más de una vez el 28 de ese mes...¿?) Como este último menester no resulta apropiado ni comprensible para este pequeño espacio ¡maldita sea! pues tampoco incidiré yo más en desgracias anunciadas que quiten el sueño en una mala noche de verano o conjeturas proféticas innecesarias de fácil venta(josa) en un simple mercadillo (amen).¬* 

   A pesar del mayor o menor margen que dejamos para nuestro prudente escepticismo, desbordantes experiencias iluminadoras desembocarán en inevitables certezas, donde las palabras limitan al fin y al cabo la libertad de esa pura sabiduría que casi creemos atrapar del Todo mediante la intuición trabajosa pero limitada, humana por naturaleza. Cierto que el ateísmo intelectual o en el más optimista de sus casos una "psicología transcendental", está más en los labios que en el corazón porque el gran analítico pone nombres a las mismas Cosas, dramatiza o idealiza mucho menos las sublimaciones, pudiera incluso conocer todos los efectos pero ignorando las Causas, o sea que es más Sancho sabio que esforzado Quijote, mientras que por el contrario otros, p.ej., LAs idealizan por un sistema de creencias impuesto por el sistema dominante que el ateo o el agnóstico en menor grado rechaza sobre todo por numerosos desengaños ideológicos o bien personales. *¬Por ello y más -prosigo para añadir mejor fin- ese término sánscrito** no debiera interpretarse como marginador hacia el resto de los "mortales". Todo lo contrario: ni más ni menos pertenece a aquellos olvidados del mundo que le han buscado con Fe desde su más remotas devociones, incluso a aquellos místicos reales de muy variadas confesiones que se humillaron al punto de la extenuación nerviosa o pasión mortificadora (de consecuencias psicosomáticas con estigmas y/o señales corporales que jamás serán comprensibles por la tan mediática ciencia oficial, exceptuando, claro está, las consecuencias directas de ciertas enfermedades o dolencias) y no necesariamente beatos*, porque los Hechos demuestran que "Dios"*, "Yahveh", el "Omnipresente"*, el "Tao", "Brahma", la "Divinidad"* u otros cientos de nombres para el "Innombrable", tratan de etiquetar a LO mismo que se puede manifestar a casi cualquiera con independiencia de su vacua condición o debilidad moral. Aunque las preferencias y Lugares se definieron más que e-videntes aparte -claro- de las predicciones optimistas hacia los humillados expresadas en el Sermón de la montaña: "No he venido a este mundo a llamar a justos sino a pecadores"... "...porque he aquí que el reino de Dios está dentro de vosotros" ... ("...llegará sin advertencia") Sin embargo, al margen de los super-escudriñados textos bíblicos (¡es que "no hay nada nuevo bajo el Sol"!) que han sobrevivido hasta nuestros días, podemos oir hablar de manifestaciones libres del "Espíritu Santo" desde Oriente hasta Occidente, desde la práctica moderada de los técnicos yoguis, anacoretas renunciantes, tolerantes monjes budistas o en su latitud opuesta franciscanos piadosos, desinteresados altruistas en general o filántropos compasivos, chamanes de magia blanca, intelectuales desengañados, nobles idealistas de distinta índole política, personas sensibles al dolor ajeno, buscadores de la verdad, austeros vagabundos, jóvenes harto descontentos, drogadictos cansados, prostitutas miserables, modestos artistas, enamorados como adolescentes, ayudantes de ONG, voluntarios caritativos, religiosos católicos o quizás desde la explosividad de algunos fundamentalistas cristianos o pentecostales evangélicos, por ejemplo.

(que Todo sea dicho)  
 
   

"De cierto os digo, que si no os convirtáis, y fuereis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos." (Mateo 18:3 -Sagradas Escrituras de 1569- )