"Esta es la antigua y divina Ley: Quitarle al más pudiente y darle al que no tiene. ¡Nuestro Camino es el de Regreso!" (Solramus) -Creerme que esta es también la inevitable conclusión final de toda la sabiduría contenida en este nutrido espacio-
"Dios puede cansarse de grandes imperios, pero nunca de pequeñas flores." (R. Tagore)

domingo, 27 de febrero de 2011

El pescador satisfecho (cuento perteneciente a "El canto de el pájaro" de Anthony de Mello)

 El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
-¿Por qué no has salido a pescar?», le preguntó el industrial.
-«Porque ya he pescado bastante por hoy», respondió el pescador.
-«¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?», insistió el industrial. 
-«¿Y qué iba a hacer con ello?», preguntó a su vez el pescador.
-«Ganarías más dinero», fue la respuesta. «De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo».
-«¿Y qué haría entonces?», preguntó de nuevo el pescador.
-«Podrías sentarte y disfrutar de la vida», respondió el industrial.
-«¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?», respondió el satisfecho pescador...

Es más acertado conservar intacta la capacidad de disfrutar que ganar un montón de dinero (argumenta el sabio de origen hindú Anthony de Mello)  Reflexionen libre y personalmente sobre este cuento porque los libros en general De Mello fueron escritos sobre todo para alcanzar la  iluminación personal en este tiempo de prisas, mentes calculadoras, convencionalismos materialistas y felicidades prefabricadas.  El cuento manifiesta también de forma muy clara en qué consiste  ni más ni menos el  poder del pensamiento esencial de la enseñanza del Buda Siddharta Gautama: "la consciencia constante, el presente continuo...". Es decir, vive cada momento no como si fuera el último, sino como si fuera el Primero... Por cierto, entiendo personalmente "consciencia" como el simple hecho de "darse cuenta".
  


  

sábado, 26 de febrero de 2011

Un tema para la "musicoterapia": "Caravansary"

El musicoterapeuta japonés Kitaro compuso un bellísimo tema (al igual que otros muchos, claro está) en 1983 para todos los que deseen acercarse a la meditación personal y al bienestar así como recuperar la armonía perdida a través de esta música de sosiego... Como muy bien dice la Wikipedia sobre él: "Sólo aprendió a confiar en sus oídos y en sus sentimientos. Atribuye sus creaciones a una fuerza que está más allá de él..."
"Caravansary" ("caravansara" o "caravana") es una palabra que combina significado persa y turco. Se refiere a uno de los caminos míticos de la gran Ruta de la Seda que servía para dar posada o descanso a las personas y comerciantes que cubrían este durísimo camino que transcurría por Europa, norte de África y Asia (ver también Marco Polo*). Kitaro (capaz de interpretar desde una multitud variada de sintetizadores a una sencilla harmónica) ilustró esta profunda experiencia histórica y mística de tierras y gentes con uno de los albumes magistrales de la música New Age:  "Silk Road"*.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Hermosa música y bellos paisajes para la introspección

        Sin la noche jamás llegará la aurora... (Solramus)
La música, a mi entender, nace en el silencio, vive en la armonía y muere en el ruido. En esta sociedad tan necesaria (por desgracia) o innecesariamente estresante, tan inmersa en la destructiva competitividad, la falsedad de las modas mediáticas y la promoción desequilibrada del consumo impulsivo, olvidamos casi siempre lo más importante que suelen ser aquellas cosas más pequeñas, sencillas y naturales... pero también a la vez grandiosas, profundas y beneficiosas.

"De cierto os digo, que si no os convirtáis, y fuereis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos." (Mateo 18:3 -Sagradas Escrituras de 1569- )